K Neill Foster

EL CÓMO DE VICTORIA EN CRISTO,
EN VIDA Y EN MINISTERIO

Nuestra unión con Cristo en muerte y resurrección

Juan 15 y Romanos 6 Comparados

Seminario dado en COMIBAM 1 en Sao Paulo, Brasil, noviembre 1987 por Dr. G. Ernesto Johnson.  COMIBAM 1 marcó el principio de la obra misionera latinoamericana cuando las iglesias de América Latina dejaron de ser un campo misionero y llegaron a ser una fuerza misionera. Bajo el liderazgo del Dr. Luis Bush  y otros líderes latinoamericanos hubo más de 3.400 que asistieron a este magno evento.

Introducción

Nuestra unión con Cristo necesita ser redescubierta por el creyente en general y por el misionero muy en particular. Se habla muy fácilmente de una decisión tomada para Cristo, una experiencia pasada, un perdón de nuestros pecados. Pero ¿qué nos sostendrá en la dura lid y en los momentos de fuerte angustia y decepción ministerial? Sólo una profundización de una unión con Cristo – judicial, vital y espiritual. Nada menos que una participación en la vida misma de Cristo basta para incentivar, motivar y mantenernos en acción en la lucha espiritual contra las huestes del Príncipe de este mundo.

Conocer a nivel práctico esta unión es asunto de seguir adelante con Cristo o retroceder resentido y derrotado.  Hay demasiados que se han retirado así.

La pura verdad es que el misionero falla, cae, y a veces queda descalificado. ¿Cómo se puede prevenir esos desastres ministeriales?  Será el tema de este seminario bíblico y práctico.

Quiero desarrollar el tema de manera doble:

Una comparación de nuestra unión partiendo de la enseñanza de Cristo mismo en Juan 15 – la vid y el pámpano -  una unión orgánica que resulta en fruto (15: 2), más fruto (15: 2 y mucho fruto (12: 24, 15: 8).

Una comparación de nuestra unión partiendo de la enseñanza de Pablo en Romanos 6 – 8, una participación que resulta en plena victoria en medio de un mundo que gime (Rom. 8: 17 - 23).

Además de poner las bases bíblicas, quiero sondear los aspectos prácticos –  el cómo y el por qué que nos acosan.  Bajo el cómo, ¿cuál es el papel de la fe?  ¿la fe en qué aspecto de la Cruz? El arrepentimiento no como un acto de pedir perdón sino un sentir de quebrantamiento ante lo que soy y sigo siendo.  Bajo el por qué no nos gozamos de la victoria de la cruz, quiero examinar la dinámica nefasta del orgullo y el arraigo en nosotros del viejo hombre.  Sólo a través de un escrutinio personal, podremos apreciar la victoria de Cristo realizada en nosotros a través de la unión con Cristo en muerte y resurrección.

Definición de Términos:

Unión: acción y efecto de unir o unirse (Diccionario de la Real Academia Española)

  1. Acto de ser injertado en Cristo (1Cor. 5:17) que se manifiesta en una permanencia,  una participación vital y real (Juan 15: 2, 3, 7)
  2. Unión ilustrada por la intimidad del matrimonio que produce fruto legítimo (Rom. 7:  4; Ef. 5: 25 - 32)
  3. Unión de dos espíritus dejando intactos los dos pero infundiendo la vitalidad  y el poder en el espíritu humano.

Identificación con Cristo en muerte y resurrección. Cristo no tan sólo murió por nosotros (Rom. 3: 24, 26 – sustitución – sino que también todos nosotros mismos morimos al pecado en él  (Rom. 6:1-6; 2 Cor. 5: 14, 15). Dios nos cuenta "una sola carne" (Ef. 5: 31, 32) con Cristo. Cristo se identificó con nosotros y pide que aceptemos esa identificación como la base de nuestro andar. Esto es la verdadera solidaridad de que poco se habla hoy (Rom. 5: 12).

Participación con Cristo es la dinámica nueva de su vida resucitada (Rom. 6:5). El andar diario por fe en base de nuestra identificación con Cristo nos permite que el Espíritu Santo opere y suelte la misma vida de Cristo a través de nosotros (Rom. 5; 10).  De esta manera el Espíritu Santo cancela (Rom. 6: 6 destruir - dejar impotente) la vida carnal y esa vida eterna opera como la dinámica nueva.

Arrepentimiento es no tan sólo el acto de cambiar de parecer ante el pecado sino una actitud constante que el creyente toma frente a su potencial, hacia el orgullo en sus múltiples formas tan sutiles.  El arrepentimiento es un estado de corazón que permanece en el creyente mientras está en el cuerpo.  El arrepentimiento es un quebrantamiento de corazón que busca a Dios (Sal. 51: 17; Isa. 57:15).

Para el creyente el nuevo enfoque de fe para la santificación es una afirmación constante del corazón, acto de la voluntad por el cual echa mano de nuestra muerte al pecado (Rom. 6: 2), a la ley (Rom. 7: 4), al mundo (Gal. 6:14) sobre todo poder satánico (Col. 2:15). Como la fe agarró la sustitución (Rom. 3: 25, 26) como la base de la justificación, la misma fe santificadora sigue agarrando la identificación con Cristo como la base de la santificación.

LA VERDAD MÁS IMPORTANTE EN LA VIDA DEL MISIONERO

 Nuestra unión con Cristo en muerte y resurrección

Introducción. 

Son pocos los obreros que no confiesan ante Dios que a veces quedan derrotados por algún pecado, alguna actitud de amargura, un egoísmo u orgullo hasta de la espiritualidad.  Tantas veces nos ponemos la máscara de una espiritualidad ficticia y tratamos inútilmente de olvidarlo por más actividad religiosa. ¿Es esto lo mejor que Dios nos puede hacer? Claro que no, pero ¿pero por dónde empezamos?

Tesis:     Nuestra unión con Cristo nos hace partícipes de su propia vida de tal manera que haya victoria sobre ese pecado devastador, el orgullo y que sea posible un andar fructífero.

LA BASE DE NUESTRA VICTORIA

1.       Cristo ilustra nuestra unión por medio de una alegoría de la vid y el pámpano, una unión vital y orgánica:

         A.  Identifica a los integrantes 15: 1, 2

                     1. Jesús es la vida genuina, no como la falsa, Israel (Sal. 80:8-16; Isa. 5: 1-7)

                     2. Dios Padre es el jardinero

                     3. Nosotros somos el pámpano, el injerto   

         B.  Indica que el fruto es la señal de ser suyo  15: 2, 4, 5, 8, 16

                     1. el fruto es progresivo en su escala; fruto, más fruto, mucho fruto cf.

                         Mateo 13:23  --  30, 60, 100

C.       Puntualiza que más fruto requiere más poda o limpieza  (Heb. 12: 5 - 11)

1.       la Palabra de Dios es la podadera (Juan 6: 63; Heb. 4: 12)

2.       Aunque el injerto está, quedan impedimentos y excesos; el fruto no es nada automático.

D.      Impera que el injerto quede, permanezca en esta relación o esfera.

1.       No es acción sino aceptación. "Menein" (griego) quedarse aparece 112 veces en el N.T. unas 66 veces en los escritos de Juan.  Véase Juan 5: 56: "el que come mi carne . . . en mí permanece."

E.       Implica las cualidades de una vida abundante; oración (7), amor (9, 17),  obediencia (10), gozo ((11), y fruto permanente (16).  Juan recalca una unión mística, vital y orgánica. Al decir mística no es misteriosa sino espiritual y verdaderamente real en la esfera espiritual. La debemos apreciar y cultivar como la mera base de nuestra relación con Cristo.  No se basa en lo que hacemos sino en el mero cultivar nuestro la victoria de Jesús se hace más real.

EL DESARROLLO DE NUESTRA VICTORIA

Pablo expresa y aplica nuestra unión por medio de la figura de una muerte y una  resurrección, una unión judicial y práctica  

    No hay una relación más cortante y final que la de la muerte. Dios dio un golpe cósmico al orgullo humano y a toda manifestación de la carne (Rom. 5: 12- 6: 14).

    A.    Contrasta la vida en Adán y la de en Cristo y describe ésta en términos de

    "mucho más" (Rom.5: 9, 10,  15, 17, 20).  La solidaridad con Cristo supera infinitamente la relación pasada ya rota con Adán. Resulta en el reino de la "gracia por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro" (Rom. 5:21).

    B.  Define el nuevo enfoque de la fe:

    1.  Sabiendo esto (6:6) esto quiere decir, tal unión en muerte y resurrección

    2.  Contaos muertos  . . . vivos (6:11)  Dios le cuenta al impío su fe por justicia (4: 4-6).  Nos toca contarnos muertos porque según el texto lo estamos

    3.   Presentaos no  . . . a la carne (6: 13) sino  . . . a la justicia

    4.   Resulta la libertad de la tiranía del mal genio y el egoísmo humano (6:14)

                         C.   Introduce la nueva dinámica, el Espíritu Santo, que ahora en este 

                  medio ambiente de fe en nuestra unión puede librarnos de la esclavitud

                               de la carne (8: 1- 4)

     D. Balancea la fe que depende sólo del Crucificado (7: 4 muertos a la

      ley) con la energía del Espíritu que nos mantiene "deudores, no a la carne  

      sino al Espíritu" (8: 11-13)

    LA TRAYECTORIA PRÁCTICA DE NUESTRA VICTORIA

    Antes la doctrina creída pero ahora la doctrina vivida

    111.      Ahora nos toca andar por fe realizando la vida santificada, motivados a salir a los campos listos para la cosecha.

    A.      ¿Cómo puedo entrar en esta unión y gozar de ella?  Los pasos son sencillos pero difíciles – imposibles para la carne. No queda lugar alguno para la carne en sus múltiples manifestaciones enmascaradas.

    1.       A través de una ferviente oración que pide el "espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él (Ef. 1: 17- 21; 2: 4 - 7)

    2.       A través de un hambre y una sed de la justicia (Mateo 5: 6, 8). Nada menos que una necesidad sentida resistirá las fuertes revelaciones venideras de la carne que se sacarán a luz.

    3.       A través de una iluminación del Espíritu Santo. Sólo él mismo puede hacernos conocer en lo más hondo de nuestro ser.  Este conocimiento no viene por el estudio académico y los medios humanos. Al contrario tal estudio puede cegarnos a nuestra urgente necesidad. (1 Cor. 8:1) "Sabiendo esto" (Rom. 6:6) viene sólo por la iluminación del Espíritu Santo y sólo al corazón bien hambriento (Rom. 8:26, 27; 1 Cor. 2: 11-13)

    4.       A través de un quebrantamiento profundo que da con nuestro orgullo y carne (Job 40: 4, 5: 42: 5, 6)

    5.       A través de una fe que echa mano de  Palabra de Dios (Gal. 2: 20)

    B.      Cómo puedo mantenerme en esta unión día tras día?  "El desenvolvimiento a nivel práctica se halla en una tensión entre el indicativo y el imperativo" (G. E. Ladd, A Theology de the N. T., 1974, p. 493). El indicativo lo que somos en Cristo, el imperativo lo que nos toca hacer en obediencia a la Palabra de Dios.

    1.       A través de una actitud continua de despojamiento y revestimiento (Ef. 4: 22; 24 - 32; Col. 3: 5, 8 - 15).

    2.       A través de una profundización de la constante disciplina del Dios que produce santidad. No hay vía corta. Toda circunstancia, toda prueba, todo decepción, toda injusticia aceptada de la mano del padre de espíritus produce "el fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados" (Heb. 12: 5–11).

    3.       A través de la participación cada vez más profunda de sus padecimientos (Fil. 3: 10).  La verdadera vida de Cristo – la resucitada – surge y hace eco en nuestras vidas a medida de que profundicemos sus padecimientos en conformidad a su muerte.  Con razón Pablo sólo se gloriaba en la cruz. (Gal. 6: 14).    

    C.     ¿Cómo ejerzo esta victoria en el campo de batalla satánica?  Toda esta unión y andar existen para llevar fruto (Juan 12: 24; 15: 4) o para ser más que vencedores en "este mundo ancho y ajeno."   

    1.       En esta vida resucitada siempre ando esforzado (2 Cor.2:14;

          4:7-11)

       2.   En esta vida resucitada siempre ando competente en él (Fil.4:10-13)

     3.   En esta vida resucitada ando victorioso sobre Satanás y sus huestes malignas.              Esgrimo toda la armadura de Dios ( Ef. 6: 10-18 y lo veo despojado en la cruz  (Col. 2: 15)

        4.  En esta vida resucitada ando humilde y reverentemente manifestando la

    autoridad delegada por Cristo en base de una vida crucificada  contra los baluartes de las tinieblas en las cuales yace nuestro mundo (2 Cor. 10: 3-5). Nada menos basta.

    Conclusión

    En esta unión creída y vivida – una unión vital y práctica – Cristo queda altamente glorificado, nosotros andamos en plena victoria, nuestra carne y orgullo quedan cancelados y Satanás vuelve a vivir su derrota en la cruz de Jesús.  Con esta dinámica cristo-céntrica, salimos motivados y esforzados a evangelizar y a plantar iglesias que alcanzarán su mundo en derredor.

    G. Ernesto Johnson
    Rio Grande Bible Institute
    Edinburg, Texas